Muchas familias cuando deciden adquirir una vivienda y empiezan a estudiar las distintas opciones que le ofrece el mercado inmobiliario, tras analizar la oferta que hay en la zona de referencia, se inician en un proceso de preguntas y reflexiones que derivan en la decisión final de si finalmente adquieren una vivienda, o no.

Durante este proceso una de las preguntas principales es ¿qué vivienda busco y cuánto puedo pagar?

El mercado de la promoción inmobiliaria de obra nueva ésta limitado a tres modelos de promoción y estos son, el promotor privado, las empresas municipales y las cooperativas de vivienda, siendo estas últimas, sociedades constituidas cuyos socios son los futuros adquirentes de las viviendas y cuyo principal objetivo es construirse sus propias viviendas, sin necesidad de beneficio, siendo su cuenta de resultados: Ingresos igual a Costes. Tanto es así, que todos tienen un fin común que no es otro que entregar las viviendas que han desarrollado, y es por ello que, necesitan contar con la necesidad de vivienda.

 

“El principal objetivo es construirse sus propias viviendas,  sin necesidad de beneficio”

 

En el caso de las cooperativas necesitan cubrir su sociedad con socios que quieran adjudicarse las viviendas que van auto promover. Sabiendo que todos tienen el mismo fin, que es desarrollar un proyecto inmobiliario, los ciudadanos deben tomar la decisión de donde quieren estar.

Desde el Registro de Demandantes de Viviendas y Suelo de la Confederación de Cooperativa de Viviendas de España, RDV CONCOVI, queremos dar a conocer un poco más el mundo de las cooperativas, haciendo especial hincapié, en lo que definimos como viviendas a precio de coste.

Además, los socios deben saber que forman parte de la sociedad y que no están comprando una casa, sino uniéndose al desarrollo de un proyecto promocional, cuyo fin es la entrega de las viviendas a todos los socios. Estas dos apreciaciones son importantes, la primera, todo socio de una cooperativa debe participar en el proceso teniendo derecho a la información actualizada del mismo y por supuesto, debe ser conocedor de sus obligaciones; en segundo lugar, toda persona que decide formar parte de un proyecto cooperativo debe saber que no está comprando una vivienda, si no que está formando parte de un proyecto de características participativas y abiertas, con el fin de auto promover sus propias viviendas, obligando al mismo a ir cubriendo etapas hasta su desarrollo final.

En cuanto a lo que denominamos viviendas a precio de coste, este concepto atractivo desde un punto de vista de marketing, tiene un contenido que radica en la esencia de un proyecto gestionado por una cooperativa.

 

“Una sociedad cooperativa construye las viviendas al precio que le cueste, sin aplicar ningún beneficio promocional”

 

Una cooperativa cuando desarrolla su proyecto debe analizar, al igual que cualquier otro proyecto inmobiliario gestionado por distintos promotores, su cuadro de costes y visibilizarlos junto con los ingresos necesarios, sabiendo que no necesita para el buen fin de su actividad generar beneficios, siendo esta la singularidad principal de un proyecto cooperativo.

Una sociedad cooperativa construye las viviendas al precio que le cueste, sin aplicar ningún beneficio promocional que afecte a los propios adjudicatarios, los socios y adquirientes de las viviendas. A diferencia de las promotoras privadas, que en el desarrollo de su actividad necesitan obtener un beneficio.

Una de las conclusiones principales que conlleva acometer un proyecto a precio de coste es la posibilidad de conseguir una vivienda a un valor más ajustado con respecto a la oferta del mercado, ya sea en cuanto a precio o en cuanto a calidades. El socio es el que va a tener la última palabra sobre su casa, es decir un proyecto en cooperativa tiene la posibilidad de ser más competitivo en cuanto al valor/precio del proyecto y a su vez, la propia cooperativa decide que prioridades marca.

En términos generales la rentabilidad que puede aportar el desarrollo de una promoción en cooperativa deriva en torno a un 15% – 20% de precio más económico en el valor de adjudicación a diferencia de una promoción privada similares características. Sin embargo, la zona donde nos encontremos también es un valor fundamental.

 

“La rentabilidad en cooperativa deriva en torno a un 15% – 20% de precio más económico en el valor de adjudicación”

 

Esos márgenes que se manejan sobre la diferencia entre un proyecto en promoción privada o en cooperativa, ya importantes de por sí, se pueden ver mejorados con la capacidad de que la cooperativa responda, con una demanda rápida y potente, es decir, una cooperativa sin socios no es nada, pero una cooperativa llena de socios es una herramienta muy potente, que permite negociar con todos los intervinientes de una manera muy ventajosa para el buen fin del proyecto.

Es por ello que, a día de hoy, gracias al modelo cooperativo y a su principal característica – el precio de coste-, el Registro de Demandantes de Vivienda de CONCOVI(RDV) ha recibido el apoyo de miles de familias que han apostado por este modelo haciendo gala de sus ventajas y beneficios habiendo podido colaborar con ellas en la incorporación a los distintos proyectos promocionales, permitiendo cumplir sus sueños con la entrega de miles de viviendas en los últimos años, sin encajonarse en ningún estatus social, abordando tanto proyectos de vivienda en altura, como unifamiliares, residenciales de renta libre como protegida, sin obviar los proyectos que se pueden calificar de alto standing.

 

“El RDV ha recibido el apoyo de miles de familias que han apostado por este modelo”

 

Llegados a este punto, es posible sacar varias conclusiones que nos permitan seguir conociendo el mundo cooperativo de vivienda. Cuando una cooperativa cuenta con el respaldo de la demanda es imparable y se podría decir que es una herramienta casi perfecta, garantía de éxito desde un punto de vista económico-financiero. Si un proyecto inmobiliario cuenta desde el principio con los “clientes” adjudicatarios que quieren esas viviendas, tiene desde el minuto uno cubierto su riesgo promocional, que no es otro que no tener “ventas”.

Como segunda reflexión es que una cooperativa, como un proceso abierto en el que los socios deben ir tomando decisiones para promover sus viviendas, exige de compromiso por parte de los socios. Por ello, una cooperativa debe saber trasmitir a sus socios que es una sociedad formada por familias que quieren una casa bajo este modelo promotor, pero que no son profesionales del sector, por lo que deben saber que tienen que contar con un equipo multidisciplinar que les ayude a llevar a cabo su proyecto.

Por último, desde RDV de CONCOVI y a través de la plataforma COOPEROPEN.ORG, queremos trasmitir nuestro compromiso firme, al ser fieles creyentes de que la unión de personas permitirá acercar el bien necesario que es una vivienda a todos los grupos de edad que estén en ese momento dispuestos adquirir una vivienda.