La problemática del acceso a la vivienda para los jóvenes se acentúa cada año en España, el aumento de la edad de emancipación de los jóvenes españoles supera los 30 años, frente a los 26,4 años de la media de la UE. En un contexto en el que las alzas en los precios de alquiler continúan en casi todas las autonomías, y escasea la oferta, la disponibilidad de mayor oferta de viviendas en alquiler a precios asequibles es una de las soluciones a esta problemática, pero no resuelve la ecuación, puesto que no se plantea como una solución estable a largo plazo, teniendo que hacer frente a renovaciones de contrato, y sucesivos cambios de vivienda.

Por otra parte, acceder a una vivienda en propiedad resulta casi imposible para la mayoría de los jóvenes que viven de alquiler, en un escenario en el que cuatro de cada diez inquilinos dedican más del 40 % de su renta disponible al pago de alquiler, casi el doble de la media europea, lo que les impide a su vez, reunir el ahorro necesario para acceder a una vivienda en propiedad.

Los altos precios de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, la escasez de vivienda asequible y la precariedad laboral, son las principales razones que dificultan, y en muchos casos impiden el acceso a la vivienda a los jóvenes.

Desde el Registro de Demandantes de Vivienda de CONCOVI consideramos necesarias otras soluciones para facilitar el acceso a la vivienda, y especialmente para este colectivo. La situación actual requiere medidas innovadoras y efectivas que aborden esta problemática, y esta es una de las principales motivaciones de la plataforma COOPERALQUILA, que ofrece soluciones mediante la estructura de cooperativas de alquileres asequibles a largo plazo bajo el modelo de cesión en uso.

El modelo que defiende COOPERALQUILA, mediante la cesión en uso, suma lo mejor de la compra y el alquiler, garantizando el alquiler a largo plazo durante un periodo de entre 50 a 75 años, bajo un régimen cooperativo a precio de coste, lo que supondrá una renta un 20% inferior al precio de mercado.

Además, al unirse los cooperativistas a una sociedad cooperativa para auto promover sus viviendas, esto les garantiza poder recuperar la aportación inicial más un porcentaje de las rentas pagadas, si decide abandonar la cooperativa, por lo que no estaría perdiendo por completo el importe invertido, como ocurre con el alquiler tradicional.

Este enfoque no solo brinda estabilidad residencial a los jóvenes, sino que también les proporciona una oportunidad realista de ahorrar a largo plazo, aunando las ventajas de la compra y el alquiler y dejando fuera las desventajas de ambos modelos.

Es vital que las autoridades y la sociedad en su conjunto conozcan y apoyen iniciativas como COOPERALQUILA. Estas propuestas, no solo abordan la problemática actual del acceso a la vivienda, sino que también ofrecen soluciones concretas y sostenibles a largo plazo. Necesitamos un cambio de mentalidad para entender la vivienda como un bien de uso y disfrute para garantizar el derecho a la misma. Y es en este modelo cooperativo donde los propios jóvenes pueden promover su propia vivienda destinada al alquiler, al mismo tiempo que rentabilizan su inversión.

Hay que ser conscientes de que no hay soluciones mágicas al problema habitacional que vive nuestro país y que afecta a gran parte de la sociedad, y aunque desde las Administraciones Públicas se llevan años proponiendo medidas que permitan facilitar la emancipación de los jóvenes, la realidad es que se ha puesto el foco en las ayudas al alquiler, casi como única alternativa posible. Sin embargo, los mayores incrementos de precios del mercado inmobiliario en los últimos años se están registrando en los alquileres.

Ante este escenario, la vivienda de protección oficial (VPO) en España, con una producción cuyas cifras no han dejado de caer en los últimos años, no es tampoco una solución a gran escala al problema de acceso a la vivienda para los jóvenes. Aunque los precios de venta estén topados, si no lo están los del suelo, la rentabilidad para cualquier empresa tendrá cifras en negativo, con el añadido del contexto actual en los que los costes de construcción han ido en aumento tras el inicio de la pandemia, lo que ha repercutido también en el coste final del producto.

Ante todas estas circunstancias es hora de apostar por la innovación para construir un futuro donde todos los jóvenes tengan acceso a un hogar asequible. Y es por esto que se hace indispensable buscar otras fórmulas como el que ofrece este tipo de alquiler en cooperativa a largo plazo, que brinde la oportunidad de crear hogares de forma estable, con un precio ajustado, y poder hacerlo donde realmente quieren vivir.